Lo conocí el año pasado en Basilea, Suiza.
Es un hombre que arriesga la vida por su trabajo: Kurt Pelda viaja a zonas de guerra e informa directamente desde el frente. Recientemente transmitió desde Alepo, Siria, donde, de acuerdo con el presidente Al Assad, la "madre de todas las batallas" se está librando.
Lo hace solo, bajo su propio riesgo, porque ningún editor podría asumir la responsabilidad de un reportero como Kurt Pelda en el frente. Recientemente, el periodista de guerra de 53 años estuvo en la zona de combate y ha regresado a Suiza con feroces y controvertidas imágenes filmadas en Alepo.
"Voy a donde la gente necesita apoyo, donde los civiles son asesinados por miles. Creo que es importante que veamos de primera mano lo que está sucediendo allí ", dice Kurt.
Pelda cree que también puede contribuir a "una buena causa". Esto puede sonar ingenuo para algunos, incluso hasta poco profesional. Pero Kurt es un profesional. Durante muchos años fue corresponsal en África del NZZ (Neuer Zuercher Zeitung, uno de los periódicos más importantes de Zurich), y desde entonces es periodista independiente para varios medios.
Durante más de 28 años, este reportero con domicilio en Basilea, que obtuvo un doctorado en economía, viaja frecuentemente como corresponsal de primera línea a los teatros de operaciones bélicas en cualquier parte del mundo, casi siempre documentando el bando de los insurgentes que se oponen a los dictadores. Al hacerlo, Pelda no cierra los ojos a los crímenes de guerra cometidos por los rebeldes. Por ejemplo, informa sobre los asesinatos de prisioneros a manos de insurgentes en el conflicto sirio actual.
El siguiente enlace es un informe de la televisión suiza sobre la vida profesional y privada de un periodista de guerra.