"Los que pueden, actúan. Los que no pueden y sufren por ello, escriben. El acto de escribir, constituye una de las acciones mas profundas del sentir del ser humano. Ayuda a quemar la grasa del alma"

Ernest Hemingway.

domingo, 14 de agosto de 2011

Ciudad de Cusco, Perú



Llegamos a Cusco bien temprano en la mañana, a eso de las seis y veinte.
Veníamos de la ciudad de Puno en un colectivo barato y destartalado. Un viaje incomodo y de sueño cortado. 
Bajamos en la estación de buses y hacía fróo, Otra vez ese maldito frío serrano que se metía por todos lados. Me cubrí la cabeza con un gorro de lana ridículo, de esos con orejeras y un pompón color marrón en la punta.. Era mi aliado para mantener el calor corporal, o por lo menos para que no se me escape del todo a través de mi cabeza rapada. Allí entendí porque lo usaban los lugareños.
Tenìa hambre. Comí un sandwich de pollo y un café en el desayuno. Los rayos del sol fueron calentando lentamente a medida que se asomaban por el oriente, y entonces caminé por los alrededores buscando algún transporte. Me acompañaba Chicho. 
Celeste y Federico esperaban en un anden.
Cargamos las mochilas en un taxi amarillo y viajamos hacia lo alto de la ciudad en busca de un hospedaje que conseguimos en la terminal.
Me sentía un poco cansado y aturdido por el apunamiento que traía desde Bolivia, pero pronto me despejé al ir observando el contorno de esa magnífica y misteriosa cuidad imperial.
Antiguamente Cusco fue la capital del imperio inca, y una de las ciudades mas importantes del Virreinato del Perù. Declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1983. También llamada "la Roma de América", actualmente es el mayor destino turístico del país andino.
Dos leyendas incaicas atribuyen su fundación a su primer jefe de estado, un personaje legendario llamado Manco Capac.En ambas se afirma que el lugar fue revelado por el dios del sol "Inti" a los fundadores después de una peregrinación iniciada al sur del valle sagrado de los incas.
Los conquistadores españoles supieron desde su llegada, que su meta era tomar la ciudad del Cuzco, capital del imperio, para asì poder dominar mas facilmente a esa raza guerrera e indomable.
La cuidad esta rodeada por una antigua muralla militar inca de defensa llamada SACSAYHUAMAN, que era el bastiòn desde donde luchaban los nativos para defender de los ataques la ciudalela imperial.
Llegamos a las puertas de un hostal muy bonito y limpio, llamado "Chincana Huasi", que en quechua significa "la casa escondida".
Y estaba escondida nomas, bien apartada del centro y del bullicio de la colorida plaza de armas, igual que esas poblaciones serranas y alejadas de la capital limeña, que veía desde la ventanilla cuando viajaba para acá, abandonadas a su suerte en medio de la pobreza y el olvido, donde los campesinos mueren, por el hambre de la tierra, por la bala del ejército o el fusil de la guerrilla.
El lugar era ideal para reparar fuerzas perdidas. Necesitaba descanso. Mi cuerpo y mi cabeza pedìan una cama, pero terminè haciendole caso a mis piernas y salì, càmara en mano, mochilita con agua al hombro y libreta apuntador bajo el brazo, a robar imàgenes y buscar historias para mis crònicas del viaje.
Me movìan sensaciones profundas, màs allà del simple ojo de un viajero. Querìa ver màs de lo que mostraban los folletos de informaciòn turìstica. Tenìa ganas de saber lo que pasò en la sierra hace 15 0 20 años.
La reciente historia polìtica del Perù me atrapaba y me obligaba a investigar, a costas del peligro de preguntar. No importaba, sòlo querìa saber la verdad de los pobres y los mudos.
Asì conocì a Ramòn. Simplemente Ramòn, el taxista sin licencia, sin apellido, y sin rostro que mostrar en una foto.
El Ramòn que conocì era el Perù representado en una sola persona, el Perù que calla, que aguanta y sonrìe. Era el Ramòn del miedo,  un anònimo, como esos miles que caminan por las calles o deambulan por las plazas con una historia desconocida que contar. Pero se callan, y nosotros no lo sabemos.
Ramòn es un sobreviviente de la guerra que se librò hace poco tiempo ahì, en esa parte de la sierra peruana.
La guerra fuè un conflicto entre hermanos. Una guerra de pobres contra pobres, de soldados contra campesinos y aborìgenes, que trajo mas pobreza a la miseria, y un desarrollo esperado que nunca llegò. Y lo siguen esperando, y asì esperando mueren.
Cusco late bajo un manto de aparente tranquilidad y alegrìa, en el bullicio de extranjeros, que llegan a la ciudad en busca de aventuras y descubrimientos, rumbo al  milenario Machu Picchu. Pero bajo la algarabìa de los bares que nunca duermen y de las fiestas en los lujosos hoteles sòlo reservados a los gringos con billeteras de dòlares, existe una realidad cruda y dolorosa, de una herida social que todavìa sangra y que nunca cicatrizò.
El grupo comunista SENDERO LUMINOSO, es una organizaciòn guerrillera de ideologìa maoìsta, que segùn el gobierno peruano, todavìa sigue empeñado en asolar los parajes remotos del Perù profundo, allà donde las quebradas y las sierras tapizadas de selva quedan abandonadas a su suerte.
Ampliamente condenado por su "brutalidad", que, al decir de los grandes poderosos incluye violencia aplicada contra campesinos, dirigentes sindicales, autoridades elegidas popularmente y la población civil en general, es considerada una organización terrorista por el gobierno del Perú.
El grupo comunista fue fundado a finales de la década de 1960, por el entonces profesor de filosofía Abimael Guzmán, que daba càtedra en la Universidad Nacional san Cristòbal de Huamanga de Ayacucho (referido por sus seguidores con el pseudónimo de Presidente Gonzalo), cuyas enseñanzas crearon los fundamentos para la doctrina maoísta de sus militantes. Es una organización que se separó del Partido Comunista del Perú - Bandera Roja.
La meta de Sendero Luminoso es reemplazar las instituciones peruanas, que consideran burguesas, por un régimen revolucionario campesino comunista, presumiblemente iniciándose a través del concepto maoísta de la Nueva Democracia.
En 1980, desató el conflicto armado interno del cual participó como principal agente hasta la captura de su líder, Abimael Guzmán Reynoso en 1992, tras lo cual sólo ha tenido actuaciones esporádicas. La ideología y tácticas de Sendero Luminoso han tenido influencia sobre grupos insurgentes de corte maoísta como el Partido Comunista de Nepal y organizaciones afiliadas al Movimiento Revolucionario Internacional.
Ramòn està sentado en la punta de la barra de un cafè, casi cayendose de la silla. Masca hojas de coca y mira desconfiado, porque aquì,  "de eso no se habla.."
Cuenta que, "yo era un campesino, hace unos años, en el pueblito de Andahuailas. Una noche, cuando todos dermìan, llegò Sendero a reclutar combatientes para la guerrilla. Yo no quise ir, sabes?, pero mas tarde el ejèrcito me acusò de colaborar con los terrucos y les robò a mi familia las pocas vacas que tenìamos. Entonces, me fuì a la sierra con un fusil y vestido de guerrillero. Esos "concha de su madre"... pura mierda eran los soldados. Abusaban nomàs..."
"Alla se vivìa maaaal, bastante mal se vivìa. Comìamos de los tarros que dejaban las patrullas del ejèrcito y en las noches montàbamos emboscadas en los caminos y las rutas. Se mataba bastaaaaante. Entràbamos en los puestos de frente nomàs. Esa "vaina" no era buena compadre..."
Una patrulla policial se detiene frente al bar y cuando me doy cuenta, Ramòn desaparece.
Asì como vino se fuè, anònimo, invisible, clandestino.
Me hecho a caminar por las calles coloniales de piedra pateando una latita de cerveza achatada.
"Cusqueña", se lee en un extremo. Me quedo con una sensaciòn de hambre por saber màs sobre esta historia, tan misteriosa como el misterio mismo de esta gente y de su cultura. Nadie habla ya de Sendero, ni en Cusco ni en Perù. Todos quieren olvidar, pero nadie puede hacerlo.
Los Incas supieron hacer florecer un imperio tan poderoso, que todavìa se refleja en los muros mudos de piedra que dominan todas las construcciònes de la ciudad.
Cuando los conquistadores españoles entraron hace 5 siglos, triunfantes en la fortaleza, de la mano de Francisco de Pizarro, quisieron demoler la ciudad hasta sus cimientos. El muro inca era tan duro, que jamàs lograron su objetivo. En vez de eso, construyeron una nueva pared española blanqueada con cal, sobre las ruinas de los grandes bloques de piedra de la cultura aborìgen. Hoy en dìa, los lugareños dicen que los muros tienen dos dueños. Desde el suelo hasta la mitad es el muro INCA, y desde la mitad hacia arriba es el muro de los españoles, el muro de los "Incapaces".
Me resigno a cerrar la  historia "Sendero" y sigo paseando y aprendiendo sobre la cultura nativa del Inca. 
Una vieja sentada en los escalones de una iglesia, se tapa la lluvia con un plástico gigante. Su rostro surcado de profundas arrugas es un reflejo del hambre y de la mano que pide monedas. A su lado, los únicos ojos que me apuntan son los de un perrito pequeño y empapado que tiembla de frío bajo el plástico agujereado. Sólo puedo contemplar la escena en silencio.El animal llora, y la vieja ni siquiera tiene fuerzas para acariciar sus pelos empapados... (La pucha digo!!, mirà si serà fiel el perro, hasta llora tu hambre cuando no te dan las fuerzas...)
En la vereda del frente, cruzando la calle empedrada, unos cuantos muchachitos de piel rosada y pelos rubios desprolijos, entran gritando a un local de MC DONALDS. Toman cerveza, patean basureros, gritan y cantan en inglès. Por sus camisetas y su tono deben ser hinchas del UNITED, esos a los que la prensa llama "hooligans". Ni siquiera miran al costado, ignorando realidades mudas como la de las escaleras de la iglesia.
Asì tambièn ignoran los turistas, las realidades que se viven en èsta comarca de la tierra, en el "nuevo mundo" latinoamericano. Esta parte del planeta fuè y sigue siendo, 500 años despuès, la azucarera de la vieja Europa, endulzando las tazas de te britànico de las 5 en punto y el cafè saqueado de las selvas, en las mañanas neblinosas de New York.
Y aquì... aquì queda el suelo inùtil, producto del monocultivo de la caña, traìda en un barco por los españoles. Aquì queda Cuba y Haiti, la Colombia desangrada y el Perù seco de todo, hasta el guano y el salitre se llevaron. Aquì se quedan los fantasmas, los muertos que viven mandigando las migajas de los paìses poderosos, para poder extender un poquito mas, la agonìa de sus vidas.
Viendo todo esto se comprende porque Latinoamerica es un hervidero de revoluciones, un caldo de cultivo de la guerrilla, un pesebre de espinas donde nacen y padecen los aborìgenes y los campesinos. Y todavìa les dicen "dueños de la tierra"...
Los americanos del norte hicieron primero los paìses pobres y luego inventaron la ayuda, que no es tal, sino una especulaciòn para seguir sumiendonos en la pobreza.
Me doy cuenta que no es necesario saber solamente de "sendero". La verdad està escrita en las paredes, en las callecitas, en los puebluchos y en los barrios, en las caras de los niños , en las arrugas de los viejos, en los campos secos y en esta plaza del Cusco.
En el Perù, como en muchos otros lugares de la America aborìgen, se producen los impunes asesinatos de la miseria. De cada 10 000 niños que nacen en este paìs, 1200 mueren antes de los cuatro años, y de los que no mueren, casi todos quedan condenados a una vida sin escuelas ni zapatos, ni leche ni domingos ni juguetes.
El sol va acabando su viaje hacia el otro horizonte. De nuevo el frìo me hace temblar los huesos y hundo mi cabeza en el ridìculo gorro de lana con orejeras.
Reflexiono sobre las imàgenes que descubrì este dìa, mientras contemplo un pequeño monumento que recuerda al indio TUPAC AMARU, en un rinconcito apartado de la plaza de armas.
Es una buena historia la de los Incas. Después de todo, ellos también fueron revolucionarios.




No hay comentarios:

Publicar un comentario