Cosas que son esenciales y que conviene incluir siempre dentro de tu equipo, te ayudan a resolver problemitas y otras que son pequeñas comodidades que te harán las cosas más fáciles.
La ropa:
La mochila será tu casa por el tiempo que estés en la ruta o el camino, de manera que tienes que seleccionar la ropa que llevas, a fin de descartar el peso innecesario que sufrirá tu espalda durante la marcha.
Como yo soy un viajero con la idea de ir a todos lados, debo planear el hecho de pasar por diversas condiciones meteorològicas y diferentes tipos de clima y situaciones tèrmicas, que van desde el sofocante calor de la selva, hasta el frìo extremo de una montaña.
Por este motivo, la vestimenta que cargo es mas o menos esta:
2 camisetas tèrmicas de manga corta y una larga
2 calzas cortas de ciclismo con refuerzo y una larga (para marchar nunca utilizo calzoncillos porque lastiman)
2 pantalones desmontables
1 pantalon corto para correr y nadar
1 abrigo de polar
2 camperas de gore-tex ( de las fina, no parka)
2 remeras de calle ( el algodòn es bueno para dormir, no para marchar)
1 par de zapatillas para correr, extra de repuesto ( para marchar siempre llevo puesto mi calzado de trekking o unas botas militares que son buenas)
1 gorro de lana (tengo uno con orejeras como usan en Bolivia)
Lo ideal es que toda la ropa sea de secado ràpido, porque no sabes si el tendedero serà la tapa de tu mochila cuando estès caminando.
Tambièn llevo mi kit de aseo personal en una bolsa impermeable y una toalla de mano, es chica y seca rapido.
Siempre es bueno impermeabilizar toda la ropa dentro de bolsas de residuos grandes. Son baratas, fáciles de llevar y te ayudaran a estar siempre con ropa seca aunque te tires a un río con mochila y todo.
La carpa:
Como el caracol lleva su casa a cuestas, el viajero independiente también debe poder vivir en cualquier sitio y dormir donde sea. Si tu presupuesto no te permite descansar en la cama de algún hostal o albergue, tienes que tener tu casa portátil propia.
Yo siempre llevo una carpa tipo Iglú marca Doite para tres personas. Es bueno tener algo de espacio extra para acomodarte mejor con la mochila, o quien sabe si algún buen día aparece una linda compañía femenina.
Se debe llevar tambièn una buena bolsa de dormir. Te sirve para darte calor en las noches frìas o para dormir sobre ella en las zonas tropicales.
En las sierras del Perù y en la patagonia Argentina, utilicè una bolsa tèmica para -0 grados, de esas que proveen en la Marina. Salvò mi espalda de varias pulmonìas y todavìa viaja conmigo.
Lo mas importante del equipo de dormir es la colchoneta. Aisla el cuerpo de la humedad directa del suelo y evita que te congeles o te agarres un buen resfrìo. Recordà que lo importante es aislar el cuerpo del suelo y no taparte con 10 frazadas.
Cuando viajé por la selva amazónica, dormí en una hamaca que coseguí con unos nativos. fue un placer en esa zona tropical pero debí buscarme un mosquitero para que no me devoren los insectos. El único problema fue cuando me cayó la lluvia encima, sentí lo que sienten los murciélagos.
La cocina:
Comer en el campamento es una delicia, si se conocen las técnicas adecuadas para hacerlo mas confortable.
En mi mochila llevo siempre un recipiente calentador y dos o tres hornillos hechos con latas de aluminio de cerveza o gaseosa. Fuè un regalo de un soldado israelì que conocì viajando por la Quebrada de Humahuaca. El mismo me enseñò a construirlas y son dispositivos muy livianos, fàciles de transportar, baratos y sobre todo, no dañan el medio ambiente. Se alimentan con un poquito de alcohol etìlico, del que llevàs en el botiquìn y no produce humo. El ejèrcito de Israel las utiliza en sus campañas militares para no delatar la posiciòn.
Tengo una ollita de aluminio con la que cocino y de ella pueden comer dos personas o puedo repetir dos veces!! Nunca falta el arroz y el fideo seco, que son fuentes de hidràtos de carbono y producen energìa para marchar, nadar o escalar.
Para obtener las proteìnas que alimentan mis mùsculos, compro carne en los mercados de los pueblos, siempre y cuando se vea fresca, roja y huela bien. De lo contrario, las latas de conserva con sardinas y algunos tomates con cebolla o carne enlatada, le dan sabor a las comidas del camino!!
Se debe tener en cuenta que la parte mas importante es la hidratación, por lo que el agua debe ser siempre pura y cristalina. Lo ideal es gastar un poquito mas y comprar agua mineral embotellada y sellada. Yo siempre llevo pastillas de cloro en la mochila por las dudas.
Mis comidas raras:
Mis comidas raras:
En las regiones exóticas donde me tocó estar, pude saborear gustos autóctonos de especies y alimentos desconocidos para mis gustos. Jamás se debe despreciar la hospitalidad de los nativos, ya que lo toman como una ofensa.
Las cosas mas extrañas raras que he comido fueron:
1- SURI (gusano blanco que crece en las raíces de los árboles en la selva amazónica del Perú. Tienen muchas proteìnas)
2- SERPIENTE (Amazonas)
3- CHICHARRON DE LAGARTO (Iquitos, Perù)
4-CHICHA MORADA ( Una bebida nativa hecha con el fermento del maíz y la saliva, en Bolivia)
5-PALOMA (Patagonia argentina)
No puede faltar el botiquín: Aunque uno nunca espera utilizarlo, en ocasiones pueden ser la solución a un dolor de estómago, a una diarrea o a algún raspón o dolor muscular.
Algunos pequeños elementos que pueden ser tu salvación cuando menos lo esperas: Entre ellas es importante cargar en la mochila abrazaderas plásticas o precintos de diferentes tamaños, parches para la colchoneta, e imprescindible, una navaja multiusos o un buen cuchillo de monte, el cual, utilizado correctamente y con algo de ingenio, también te puede servir de machete.
La linterna frontal no debe faltar en el equipo, de esas que van en la cabeza tipo "minero". Realmente muy pocas veces caminé sin luz, pero al instalar los campamentos casi siempre la noche llegaba y faltaban cosas por hacer.
Para saber que tanto has recorrido, es importante llevar un buen mapa actualizado de la zona, o una carta topogràfica serìa lo ideal. Tu brùjula de campo es otro elemento vital para mantenerte orientado. Yo utilizo una brùjula marca RECTA tipo DP2 del ejèrcito suizo, es la mejor, mas liviana y màs pràctica!!
En uno de mi últimos viajes remé en un kayak hasta una isla en el río de La Plata. Fueron cuatro días de travesía y llevamos un GPS que nos suministró una información mas detallada del recorrido y que, junto con unos buenos mapas instalados en la proa del bote, fueron las herramientas fundamentales para elegir la mejor ruta.
En cualquier viaje es importante también un cuaderno o libreta para anotar el diario, sensaciones, vivencias y el contacto con todas las personas que conocemos.
En mi viaje por Bolivia y Perù, llevé una libreta de anotaciones siempre a mano, donde fui registrando las sensaciones directas del camino por donde pasè. Rostros, paisajes, clima, terreno, medios de transporte, comidas y lugares de descanso. Toda vez que paraba o podìa viajar sentado, me ponìa a escribir. Lo que uno siente en el preciso momento es lo que vale!
La cámara fotográfica no debe faltar jamás en ningún viaje, y menos en una travesía de aventura.
Como en ocasiones se quiere cambiar la monotonía de un recorrido por sonidos musicales, vale la pena llevar un reproductor MP3 con tu mùsica favorita. Yo, sin duda elijo el blues.
Como en ocasiones se quiere cambiar la monotonía de un recorrido por sonidos musicales, vale la pena llevar un reproductor MP3 con tu mùsica favorita. Yo, sin duda elijo el blues.
Como muchas de estas cosas necesitan baterías. Lo mejor es llevarlas recargables de tal forma que ayudamos al medio ambiente al no dejar estos contaminantes en el camino.
También llevo en mi mochila, una linea de nylon y unos anzuelos, que sólo utilicé una vez en la selva del Amazonas porque la pesca me aburre, pero con el que conseguí mi cena con una buena cantidad de pescados.
Para lugares donde el agua es muy clara, llevo unas gafas de natación que me permitan ver algo de ese gran mundo subacuático.
Por último, la compañía de un buen libro. En noches de soledad, en medio de un desierto, una playa o el bosque, es una delicia contar con un buen libro para tener algo nuevo en que pensar, aprender o sentir.